La primera gran duda a la hora de comprarte unas zapatillas para correr es si ese modelo te servirá o no, y como hay muchos modelos, muchas marcas, variedad de precios y demás, no es precisamente una duda fácil de resolver.
Sí, has oido aquello de que hay tres tipos de pisada, o eres neutro (dicen que es la gran mayoría), o pronador o supinador.
Y claro, antes de elegir unas nuevas zapatillas con las que practicar tu deporte preferido habría que saber el tipo de huella que tienes y saber si necesitas plantillas personalizadas.
Algunas tiendas especializadas ofrecen estudios de pisada, creo recordar que Decathlon, por ejemplo, disponía de ese sistema (por lo menos hace unos años) y que marcas como Asics también ofrecen ese servicio, abonando una pequeña cantidad y recomendándote unos modelos que te podrían ir bien.
En mi caso realicé el test de pisada de Asics, muy económico, y no sé si incluso me hicieron descuento al comprar unas zapatillas…
Test en el que por cierto te hacen correr en cinta y te graban en vídeo para que veas tu mismo como pisas.
¿Son realmente válidos estos tests o necesito ir a un podólogo?
Estos test suelen ser bastante válidos si tu pisada es bastante evidente y no hay dudas.
Recuerdo que tras unos años y algún que otro parón por lesión, al volver de nuevo al running tuve la necesidad de ir al podólogo porque había leído que lo mejor que podía hacer era hacerme unas plantillas personalizadas.
Bueno, de hecho fue leyendo «Lesiones del Corredor» del prestigioso Dr. Ángel De La Rubia, un podólogo de los más importantes del país, que junto con Chema Martínez recomendaban encarecidamente el tema de las plantillas y en mi caso me había gastado una buena cantidad de dinero en un modelo que me habían producido molestias al correr.
Así que no me lo pensé dos veces y me fui directo al podólogo que me pareció más fiable a nivel deportivo de Reus, donde resido, Clínica Podología de la Paz donde me realizaron un estudio en condiciones.
La única manera exacta para saber el tipo de huella que tienes es realizando un estudio completo de manos de profesionales, es decir el estudio que te puede proporcionar un podólogo.
Si pensamos que tenemos tres tipos de pisada y ya, en realidad solamente contemplamos la manera en la que aterriza nuestro pie, pero no en todos los movimientos que realiza antes de que eso suceda e igualmente la forma que tiene cada pie.
Curiosamente uno de los dos pies es un poco más grande que el otro, cosas que seguramente son más complicadas de detectar, y sí, en mi caso, necesarias las plantillas según el estudio.
Con el estudio, me decidí por las plantillas, y debo reconocer que la adaptación no es fácil, de hecho ahora mismo no las uso, prefiero buscar unas zapatillas neutras con algo de estabilidad, curiosamente me van bien, pero si por lo que sea aparecen molestias, es ponerme las plantillas y ya no las tengo, otra cosa es que ese tipo de plantillas puedan resultar más o menos cómodas para lo que solemos estar acostumbrados, pero al estar hechas para nuestros pies, a la larga es ideal.
Se me había olvidado que con este tipo de plantillas no necesitas buscar modelos con estabilidad y que cualquier modelo neutro debería irte bien.